15.10.12

Primer cornetazo: Terrores Cotidianos.

¿Cómo puede ser? ¿Cómo es posible que esté ahí de nuevo? ¿Quién la envía para que sea mi cruz, mi tormento, mi Espada de Damocles y mi roca de Sísifo, todo a la vez? ¿No hay otros a los que incordiar?

No. No los hay. Al menos no tan a mano como lo estoy yo. Y es que soy una presa fácil. Apenas si acabo de deshacerme de Ella y ya está ahi de nuevo,como si nada. Incólume. Parece ser que mi casa, mi vida, mi mente y mi alma constituyen un ecosistema perfecto para desarrollarse plenamente. He hecho de todo para acabar con Ella, con distintos efectos y ningún éxito. Las sesiones de relajación me daban sueño. La psicoterapia hizo que me comprara un disfraz de Campanilla, y todavía no sé porque. La terapia conductista consiguió que salivara al sonido de cualquier timbre, campana o cencerro. La terapia de grupo amplió el número de desequilibrados que componen mi grupo de amigos (aunque eso, a la postre, supusiera un consuelo, porque son buen gente). Los exorcismos desalojaron a una legión de demonios amantes de la contabilidad y la música de Diango. Nada sirvió para evitar que Ella me persiga hasta el día de mi muerte.

Y es que hoy he vuelto a intentarlo y allí estaba Ella. Nívea y radiante cual novia de mayo. Sonriente ama y señora de mi pantalla y mi pluma: La Página en Blanco. Los dioses la confundan.

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